EL
CARGADOR RAFAEL ORTIZ CASTAÑEDA.
AUTOR.
HONORIO ANTONIO MARTINEZ CUELLO.
Antes,
los hombres rentaban sus fuerzas para trasladar muebles y enceres caminando de un lugar a otro en el Centro del
Departamento del Cesar, como así sucedió en el municipio de Chiriguaná, a
través de un mecapal de madera transportaban las pertenencias de las personas
que se trasladaban de un lugar a otro; después surgieron las carretas movidas
por caballos, toros y burros. Hoy en dia los camiones son los más usados.
Cuando
en Chiriguaná no había llegado el primer vehículo las mudanzas las hacia Rafael
Ortiz Castañeda, era descrito como un hombre fuerte para algunos y para otros
era desnutrido que no sabían de donde sacaba tanta fuerza y resistencia.
Rafael,
tenia sus músculos desarrollados, conocía los lugares buenos y difíciles de la región
en la década del cincuenta en adelante. Además, contaba con dos características que todos los mudanceros debían tener:
Discreción y honradez.
Este
hombre se encargaba de transportar a distancias largas y cortas, muebles y utensilio de cocina, ropas de la familia y enceres en general, por los caminos
reales, caminos de trochas y caminos de herraduras de la región y tenia que
ingeniársela para llevar los objetos de un lugar a otro con un equilibrio y una
fuerza sorprendente.
A
los objetos e incluso a las personas las sujetaba con un mecapal lo cual es una
faja con dos cuerdas en los extremos que sirve para llevar cargas a cuestas,
poniendo parte de la faja en la frente y las cuerdas sujetando la carga.
Recorría
largos trayectos, con los muebles y enceres sobre su espalda y no solamente eso,
sino que era el transportador comercial que llevaba y traía las
mercancías a los comerciantes de la región.
Rafael
Ortiz Castañeda, nació en la Jagua de Ibirico, hijo de Belisario Ortiz
Maldonado y Trinidad Castañeda, abandonó su pueblo y se radicó en la Plaza de
las Mercedes de Chiriguaná, donde tenia su centro de operaciones y su
residencia al lado de Manuela Barahona Angulo, en una casa de bahareque hoy de
propiedad de Raúl Garcia Ostia.
Cantando
también limpiaba potreros y para darse ánimo con frecuencia exclamaba: TE
ACABASTE BARRAGAN, LO DICE RAFAEL ORTIZ JUEPERE!. Con esto quería significar
que ese hombre robusto y trabajador que se llamaba José Barragán, no podría
hombrearse con él con la rula en la mano.
No
sabia leer, pero cuando le daban un periódico lo tomaba al revés y engañaba a
los que no lo conocían, recitando fluidamente una retahíla incoherente que nada
tenia que ver con el texto real.
El
maestro Juan Mejía Gómez, en unas elecciones difíciles en Chiriguaná, le
preguntó: POR QUIEN VAS A VOTAR RAFAEL? – Y Rafael le contesto: !YO VOTO POR
CRISTOBAL COLOM, QUE FUE QUIEN DESCUBRIO LAS AMERICAS!
Comentó
el maestro Juan Mejía Gómez, que en una oportunidad un comerciante no le
canceló el justo precio de su trabajo y le dijo al maestro: ESE CARAJO HA
COMETIDO CONMIGO UNA INJUSTICIA MUY LARGA, PERO ME LA PAGA, PORQUÉ VOY A PONER
UNA CULEBRA EN EL CAMINO.
Cuando
no estaba laborando siempre visitaba la casa de mis padres Pedro Martínez Mejía
y Maria del Transito Cuello Ortiz, en la Plaza de las Mercedes, allí mi madre
lo invitaba a desayunar, a almorzar o a cenar.
Pero
por qué lo invitaba mi madre?, porqué
ellos eran primos hermanos, hijos de dos hermanos, mi abuela Maria Leonela Ortiz Maldonado, era
hermana del padre de Rafael Ortiz y en mi casa, Rafael, siempre le decía a mi hermana
Maria Leonela Martínez Cuello, lo siguientes: NIÑA LEO PRENDA LA LUZ QUE ME
MEO, y mi hermana Maria Leonela, cuando Rafael se descuidaba le agarraba el
garrete y le decía GUAUUUU.
RAFAEL
ORTIZ CASTAÑEDA EN SU EPOCA FUE ADMIRADO POR TODOS LOS HABITANTES DEL CENTRO
DEL DEPARTAMENTO DEL CESAR.
Apuntes del libro CHIRIGUANA: AYER, HOY Y
MAÑANA. AUTOR. JUAN MEJIA GÓMEZ. PAGINAS 142 Y 143.
Escuche su nombre no lo conocí,al señor Ortiz Castañeda, un personaje de su época
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