INCURSIÓN PARAMILITAR EN CHIRIGUANA EN EL 2001 - AUTOR: HONORIO ANTONIO MARTINEZ CUELLO.

 

INCURSIÓN PARAMILITAR EN CHIRIGUANA.

AUTOR: HONORIO ANTONIO MARTINEZ CUELLO.

El día 20 de Julio de 2001, siendo aproximadamente las seis de la tarde, llegue a mi casa en la ciudad de Valledupar-Colombia, cuando de repente observo a varias mariposas grandes y negras revoloteando en la casa y le pregunto a mi esposa Lenys  – ¿Amor y esas mariposas grandes y negras?- ella me responde –Toda la tarde se la han pasado revoloteando en la casa- - ¿Amor, será que nos vamos a ganar la lotería, porque dicen que cuando aparecen las mariposas son noticias buenas o malas?- Ella responde: - esperemos a ver qué pasa-.

Las mariposas son animales frecuentemente asociados a las manifestaciones de carácter mitológico y religioso para los seres humanos a lo largo de toda su historia y prácticamente en todo el planeta.

En algunas culturas la representaban saliendo de la boca de agonizantes y difuntos, como símbolo del aliento vital que se escapa.

Existen representaciones en lapidas grecorromanas, en las cuales la “Psyche” (el alma) aparece como una mariposa saliendo del cuerpo de los muertos o como una niña alada.

Para los cristianos, en el contexto de una tumba, es el alma que sale desembarazada de su envoltura carnal y asciende  transformándose en imagen de resurrección.

Mientras que en el feng shui simboliza la cura más común para todo lo relacionado a los aspectos sentimentales o del romance; según los expertos es frecuente verla colgada en residencias como adornos que además de embellecer el entorno activan el amor en las parejas. 

Se ha dicho que poseen la energía del amor, representan la libertad, siendo capaz de atraer esa compañía que las personas solas permanentemente buscan.

No es de todos asumir las supersticiones, pero con frecuencia he escuchado hablar acerca del significado de los colores de las mariposas, dicen que si una mariposa negra se posa en algún lugar en horas nocturnas es señal de que alguien morirá o de que en un periodo de tiempo habrá mala suerte, si es blanca es señal de pureza que significa que habrá también buena suerte, así siguen cierto tipo de especulaciones al respecto.

Otras de las creencias con relación a las mariposas cuando aparecen durante los sueños es relacionado a su color pues tienen un significado especifico, las mariposas azules representan el romanticismo, las amarillas falta de conocimientos, pasión del momento si es roja, inocencia si la mariposa es blanca; en lo personal no me parece que un color tenga que significar algo en especial.

Veo en ellas las posibilidades del hombre en renacer, de trascender sus limitaciones terrenales y elevarse a la luz del universo mediante su propia transformación psíquica, esto bien pudiera ser una repuesta psicológica dentro de mis limitados conocimientos en esa área.

Las mariposas viven poco tiempo, algunas solo un día, otras solo un poco más como las monarcas quienes perduran algunos meses. Pero su vuelo alegra todo a su paso, son ejemplos de disfrutar con alegría la poca vida que tienen. 

Corta es su vida, hermoso es su vuelo pintando de arcoíris la vida.

“Mariposa símbolo del vuelo que se relaciona con el profundo anhelo humano de la felicidad, por una mayor cercanía al cielo.” Es lo que suelo pensar cuando escucho hablar de ellas.

Como a las diez de la noche decido acostarme, voy al baño, me ducho, estoy relajado, mi esposa Lenys, después de hacer sus quehaceres diarios  también decide acostarse, apaga las luces de la habitación y  los dos en la cama  hacemos uno que otro comentario.  

Cuando de pronto, en la oscuridad de la habitación siento que algo extraño me pega en el rostro, me sobresalto del impacto, me levanto de la cama, enciendo las luces de la habitación  y observo posada en la pared de la habitación una mariposa grande y negra, un frío recorre todo mi cuerpo, mi esposa Lenys  también se levanta y  observa la gran mariposa negra posada en la pared de la habitación; me quedo meditando un rato- 

¿Sera  que el demonio viene por mí?-, la observo nuevamente sobre la pared, me agacho y debajo de la cama recojo mi sandalia para dormir, me acerco a donde está la mariposa, le doy un golpe y cae muerta, la recojo del suelo, me dirijo a la sala, enciendo las luces donde me percato sorpresivamente de otras cuatro mariposas enormes y teñidas de un negro sobrenatural descansando tranquilamente sobre la pared, me les acerco sutilmente  a cada una de ellas y tas, tas, tas al sonido de la sandalia de dormir cada una cae muerta como si nunca hubiesen existido. 

Me doy cuenta que esa noche he eliminado a cinco mariposas negras de gran tamaño. Poco tiempo después mi esposa y yo nos acostamos, quedando suspendidos todas las actividades conscientes y todo movimiento voluntario.

Muy temprano del día 21 de Julio de 2001, sintonizo la emisora Radio Guatapuri y en el Noticiero de la mañana de la  Tribuna de Valledupar y del Cesar, difunden la noticia de la incursión paramilitar en Chiriguaná.

ATENCIÓN VALLEDUPAR.

“MAS DE 20 HOMBRES DE LAS AUTODEFENSAS GAITANISTAS DE COLOMBIA, INCURSIONARON EN LA CABECERA MUNICIPAL DE CHIRIGUANA Y MASACRARON A CINCO PERSONAS".

“PRIMERO LLEGARON AL BARRIO “EL CENTRO” Y ASESINARON A LA PROFESORA OSMAIRA BERMUDES. LUEGO FUERON AL BARRIO “BARRANQUILLITA” DONDE TERMINARON CON LA VIDA DEL SEÑOR LEONEL MARAÑON Y SU HIJO JUAN. DE IGUAL MANERA ASESINARON A GUILLERMO JUAREZ Y ELDER PABON MANJARREZ”.

“UN PORTAVOZ DE LA POLICÍA NACIONAL, INFORMÓ QUE LA VIVIENDA DONDE VIVÍA EL SEÑOR LEONEL MARAÑON, QUEDO TOTALMENTE DESTRUIDA, SEÑALO EL VOCERO OFICIAL”.

Hago varias llamadas a mis familiares y amigos en Chiriguaná, nadie sabe nada, existe un silencio sepulcral, solo me dicen - hay varios muertos, y se rumora que son los paramilitares que se tomaron el pueblo-.

Mi esposa me dice: - que extraño,  anoche mataste cinco enormes mariposas negras y casualmente hoy cinco fueron los muertos en Chiriguaná. ¿Qué relación tienes tú con los fallecidos? -. Respondo con un movimiento de cabeza negándolo y digo – amor, no tengo ninguna relación con ellos a excepción de su posición  como paisanos-.

El día jueves 19 de Julio de 2001, se reunieron en Curumani- Cesar- Colombia, los jefes de los paramilitares donde acordaron realizar una incursión paramilitar en la cabecera municipal de Chiriguaná, para ello, utilizaron varios vehículos y armamentos que los llevaría a tomarse la población sin fallo alguno; y es así,  que el día 20 de Julio de 2001, aproximadamente a las once de la noche llegan más de 20 hombres paramilitares armados hasta los dientes al barrio 20 de julio de Chiriguaná, donde festejaban el aniversario de la creación del barrio. 

Cuando de repente con armas en manos, los paramilitares, le ordenaron al picotero apagar la música y desalojar la caseta a todos los presentes; del alegre bullicio solo queda un silencio fantasmagórico del cual se desprenderían palabras desafiantes, que humillaron corazones humildes, pisotearon los sueños de hombres buenos, quienes quisieron celebrar el aniversario del barrio pero fueron sometidos por el tableteo de las metralletas con disparos al aire a dar por terminado una fiesta que jamás seria olvidada. 

Esa noche como si el infierno brotara desde  la tierra, el monstruo de la guerra caminó sofocante y brutal sobre la hermosa tierra pacífica de Chiriguaná.

Acto seguido los paramilitares, se dirigen a la población y en su camino por la Plaza de las Mercedes se encontraron con el señor Guillermo Juárez, cantor de baladas y trabajador de oficios varios, a quienes los paramilitares le pidieron los documentos de identidad y éste al ver que no eran agentes de la policía nacional, se opuso rotundamente a su requerimiento, lo que produjo en los paramilitares palabras desafiantes contra el cantor de baladas y ahí mismo le descargaron una ametralladora y quedo muerto al instante.

 Luego se dirigieron al barrio “el Centro” y llegaron a donde vivía la profesora Osmaira Bermúdez, rodearon la casa y uno de los paramilitares toco la puerta, segundos más tarde la puerta es abierta por la señora Osmaira quien aparece en paños menores en el umbral de la puerta,  creyendo que era su hijo pero al percatarse de estos rostros desconocidos, con trajes y armas de combate su cara cambia a sorpresa y temor; aquellos devastadores individuos quienes ingresaron a la humilde casa solo fueron cinco, los restantes permanecieron cubriéndoles las espaldas a las afueras de la casa.

Osmaira era profesora de primaria del colegio de Similoa, era muy querida por los alumnos y padres de familia,  porque siempre brindaba un acercamiento amable y dulce para sus estudiantes y una bondad sin medida para  padres y madres, pues consideraba que eran un punto clave  para lograr un mundo escolarizado y lleno de un futuro próspero.

Los cinco paramilitares la insultaron y maltrataron de hecho y de palabra, porque según ellos,  era colaboradora de la guerrilla, la obligaron  arrodillarse para asesinarla pero ella antes que la ejecutaran le pidió a los paramilitares unos cuantos minutos para entonar una oración y en voz alta comenzó a rezar el padre nuestro:  

"Padre Nuestro, que estás en los Cielos,
Santificado sea Tu Nombre,
Venga a nosotros Tu Reino,
Hágase Tu Voluntad,
así en la tierra como en el Cielo.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy,
y perdona nuestras ofensas,
así como nosotros perdonamos a quiénes nos ofenden,
y no nos dejes caer en la tentación,
mas líbranos del mal. Amén." 

Una vez, Osmaira termina la oración, le hacen varios  disparos a la cabeza, llevándose su vida en menos de un suspiro en la sala de la casa.

En esa horrible noche, los paramilitares continúan con su macabro proceder de asesinar chiriguaneros y en el camino encuentran a ELDER PABON MANJARREZ, un borrachito  que venía cantando una canción vallenata alusiva a Chiriguaná:

“OH CHIRIGUANA, TE VENGO A CANTAR, TU SIEMPRE ESTARAS, EN MI ALMA INMORTAL, ÚNICA SERAS LA FLOR DEL CESAR”.

Los paramilitares en su gran mayoría eran del interior del país, llamaron al borrachito y lo pusieron a cantar la canción y le preguntaron -¿quién es el compositor?- y el respondió – el doctor HONORIO MARTINEZ CUELLO, chiriguanero de pura cepa de la Plaza de las Mercedes-.

Una vez que el borrachito termino de cantar,  lo arrodillaron y lo asesinaron con varios disparos en la cabeza. Los paramilitares continuaron su sendero de muerte, sedientos de sangre y venganza buscando a Leonel Marañón, quien según los paramilitares era el Jefe Guerrillero del Ejército de Liberación Nacional  (E.L.N)

LEONEL MARAÑON, era un hombre que hacia predicciones, invocaba los espíritus y ejercía práctica curativas utilizando poderes ocultos y productos naturales; también solía aconsejar y orientar a las personas que acudían a su consultorio; por esas razones, los empleados públicos, políticos de la región, personas con deseo de superación o venganzas  acudían a su consultorio ubicado en el barrio Barranquillita muy cerca de la finca “Las Mercedes” de propiedad de Sinforoso Hernández, a quien los chiriguaneros llamaban cariñosamente “Polocho”. 

El día jueves 19 de Julio de 2001, Leonel se encontraba en el patio de su casa, una casa de bahareque, como a las seis de la tarde, cuando de pronto tuvo un mal presentimiento y llama a su hijo- Juancho tráeme un tabaco de los que tengo en mi consultorio-, Juancho en un santiamén le lleva el tabaco a su padre, quien lo toma en silencio, le hace una oración y enciende el tabaco  con tres fósforos como usualmente lo hacía. 

Y sin forzar la respiración ni apretarlo con los dedos, continua fumando el tabaco hasta que llega a la mitad, inesperadamente comienzan a salir de sus ojos lágrimas de dolor  que caen por sus mejillas, vuelve a llamar a su hijo y le dice - Juancho llego nuestro día, saca las armas que tengo guardada en el zarzo de la casa, porque esta noche tenemos visita-, Juancho responde- ¿cómo así papá?-. 

Leonel recuerda como a la velocidad de la luz sus mejores y peores momentos, y con una voz  quebrada y susurrante responde -Si, tenemos una visita especial, así que pagaremos caro por nuestras vidas y  aquí los esperaremos-.

El reloj marcaba la una de la mañana  del día 21 de julio de 2001, muchos dormían en el barrio Barranquillita, Leonel esperaba la visita que la ceniza del tabaco le había anunciado, cuando de pronto, tocaron a la puerta de la entrada de la casa, éste con sigilo se asomó a un hueco que tenía reservado para identificar a forasteros y pudo observan a varios hombres bien armados que la rodeaban; Leonel y Juancho armados cada uno con una escopeta calibre 16 con perdigones,  esperan pacientemente.

Leonel vuelve a escuchar los sonidos en la puerta y además le pedían  que la abriera; éste  hace un disparo a la puerta y el hombre que la tocaba cae muerto y se escuchan palabras obscenas  que salen de los hombre que están armados afuera y comienzan a disparar contra la casa de Leonel,  quien vuelve a disparar su escopeta  calibre 16 a chorros de perdigones y caen dos paramilitares más, la mujer de Leonel y sus hijos salen huyendo por el patio hacia un montecito que se encontraba detrás de la casa, menos Juancho que acompaña a su padre a disparar contra el enemigo. 

Leonel coloco los colchones de sus camas en las paredes de la casa y repartía fuego por la ventana de su dormitorio, luego corría y se dirigía a la sala para repartir fuego a través de la ventana  contra sus enemigos; Juancho en el calor del fuego cruzado decide escapar como lo hizo su madre y hermanos cuando varios  disparos lo alcanza y cae muerto en el patio de la casa.

Leonel solo,  se enfrentó a los  paramilitares. El combate es duro y transcurren  aproximadamente unas tres horas, cuando ya sin munición trata de llegar al montecito, por donde se escapó su mujer y sus hijos para fugarse, cuando los paramilitares lanzan contra la casa varias  granadas de fragmentación las cuales la destruyen y Leonel cae muerto en el patio de su casa como su hijo Juancho.

Cientos de mariposas grandes y negras revolotean la casa de Leonel, rodean su cuerpo  y el de su hijo, se posan sobre ellos aleteando  e inspeccionando, cuando los paramilitares ingresan a la casa para saber si huyo del lugar o fallecieron, parte de estas descomunales mariposas que reposaban sobre los cuerpos sin vida como si fueran monstruos sacados de otros mundos  atacan a los paramilitares con una fuerza inesperada y típica a la vez de las manadas. 

Estos individuos al verse acorralados  intentan apartarlas de sus cuerpos con las manos; para luego comprobar el fallecimiento de Leonel. Los paramilitares se alejan del lugar llevándose sus tres amigos paramilitares caídos en combate y luego establecen su cuartel general  en Chiriguaná dirigido por el comandante Miguel.

Cuentan que las mariposas grandes y negras toman contacto con el alma de las personas que van a morir  para guiarlas en su camino hacia el inframundo. En esta interpretación, la mariposa negra es un mensajero de la muerte, se le haga daño o no, es por ello que los estudiosos del mundo sobrenatural aconsejan nunca subestimar la ira de las fuerzas ocultas.

Sin embargo, lo terrorífico no termina allí, dicen también que cuando una mariposa negra se posa sobre alguien, esa persona morirá al poco tiempo, si esta decidiese matar a la mariposa para escapar a su destino  entonces la misma muerte vendrá esa noche sin piedad a buscar a quien haya dañado a una  de sus enviadas, así que no queda más que aceptar el destino,  si alguien se cruza en el camino de una de estas pequeñas portadoras de la muerte el desenlace probablemente sería catastrófico, es por esta razón que deben ser dejadas en su misión para que sea más leve el paso a la otra vida de la persona.

Al día siguiente, la escena del crimen fue acordonado por miembros de la Policía Nacional de Chiriguaná, dos cuadras a la redonda. En el patio de la casa, yacían dos cuerpos sin vida, en posición horizontal. 

Leonel vestía un jean negro, camisa negra y zapatos tenis; Juancho vestía un jean azul, camisa negra y zapatos tenis. Alrededor, como es usual en estos casos, muchos curiosos murmuraban; mientras llegaba el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación –Seccional de Chiriguaná, quienes son los encargados de realizar los levantamientos de cadáveres.

Examinados los cadáveres, los investigadores de la Fiscalía encontraron, que Leonel no tenía ninguna herida; mientras que a Juancho le dispararon en cuatro ocasiones. Un proyectil le impacto en la cabeza y los otros tres en el tórax, falleciendo pocos minutos después. 

Acto seguido los cuerpos fueron introducidos en un vehículo de la Fiscalía, los cuales fueron trasladados a la Morgue del Hospital San Andrés de Chiriguaná, para su respectiva necropsia.
              

Los miembros de la Policía  y la fiscalía se marcharon del campo de batalla y cientos de curiosos llegaron al lugar de los hechos,  encontrando toda la casa destruida, a excepción de un rincón, donde se encontraba, una vela grande de cebo negro,  encendida y un altar donde se hallaron  unos muñecos atravesados por unos alfileres con nombres de personas conocidas de la región, los cuales eran velados día a día a la luz de las velas,  hasta alcanzar el objetivo: devastar o matar a la persona indicada. 

Entre los muñecos atravesados con alfileres sobresalía uno en especial, porque tenía una caratula de CD y las personas exclamaron:- Dios mío, es el doctor Honorio, la gente murmuraba, ¡como él demandó la elección del Alcalde de turno, el alcalde, la esposa y la cascarita,  visitaban periódicamente a Leonel para que le hiciera la magia negra y afectar de alguna manera el cuerpo del doctor Honorio!-.

Quien observó el altar y me vio en ese lugar, se montó en una bicicleta y rumbo a la plaza de las mercedes fue a toda prisa a comunicarle lo que vio a mi padre Pedro Alejandro Martínez Mejía, quien al tener conocimiento de la información,  contrato a un ciclo taxi, para que lo llevara a la escena del crimen y cuando llego y   vio la caratula de mi CD dedicado a Chiriguaná exclamo: 

-¡Con razón ese muchacho no quiere venir a visitarnos, no nos llama, parece como si estuviera enfermo, claro,  por ésta porquería que le hicieron, tan bueno mi muchacho!-. 

Acto seguido mi padre, con una rama de un árbol procedió a sacar el muñeco atravesado con alfileres y la caratula de mi CD del altar y pidió que le llevaran gasolina para quemarlo. 

Una vez quemado el trabajo de vudú haitiano que me hicieron,  se marchó del lugar y en las horas de la noche, suena el teléfono en mi casa en Valledupar- Colombia, recibe la llamada mi esposa Lenys y dice:- buenas noches-, del otro lado de la línea telefónica; mi padre le dice- ¿esta Honorio?-, ella le dice que si, a lo que mi padre responde – por favor necesito hablar con él- luego ella me dice- mi amor, tienes una llamada de tu padre-. 

Mi padre, me comento todo lo que sucedió en Chiriguaná y me recomienda que vaya donde un chamán para que me haga una limpieza.

Después de meditar sobre el acontecimiento sucedido en mi tierra,  le solicito a mi esposa Lenys, que me acompañe a donde el sacerdote español Juan Pedro Cegarra, párroco de la Policía Nacional de Valledupar, quien al comentarle el caso, decide hacerme un exorcismo; comienza el ritual en latín, donde me hizo oraciones de frente y por la espalda, en la cabeza y los pies, las cuales me causaron sueño y para terminar me hizo unas oraciones fuerte en latín para que nunca más, la magia negra hiciera blanco en mi persona.

El médico legista de Chiriguaná realiza la necropsia para determinar la muerte de Juancho y Leonel; determina que la causa de la muerte de Juancho fueron las cuatro balas que atravesaron su cuerpo, mientras en el caso de  Leonel solo generaba incertidumbre pues no tiene heridas en su cuerpo y piel pero al abrir el cuerpo observa que sus órganos están destrozados, confirmando que la causante de la  muerte de Leonel fue la onda expansiva de una granada de fragmentación. 

Esto parecía no encajar,  pues  la acción de este tipo de armamento era capaz de destruir muros, doblar aceros o matar a una persona al instante y el medico se hacía una pregunta en silencio. ¿Por qué Leonel no tenía ningún tipo de lesión en su piel?.

Los familiares y amigos reclaman los cadáveres en medicina legal los cuales se encuentra en la morgue del hospital San Andrés de Chiriguaná; los llevan al barrio Campo Soto para hacerles las honras fúnebres a Leonel y su hijo.

La comunidad reunida para las honras fúnebres rodea a los deudos para expresarles el pésame y trasmitirles el sentir de que no están solos, los cuales salen cargando los dos féretros  de padre e hijos fallecidos,  hasta la iglesia de Nuestra Señora la Virgen de Chiquinquirá y luego hasta su última morada. 

Una romería de chiriguaneros acompaña los féretros,  dos mujeres  rezanderas van elevando oraciones para que las almas de los dos fallecidos trágicamente sean recibidas en la gloria de Dios, pero sucede algo extraordinario-. 

Antes de llegar a la iglesia, en ese momento, aparece un toro negro descomunal,  con cuernos curvos,  que simulaban los del mismísimo rey de las tinieblas y unos ojos rojos fulgurantes muy vívidos el cual se dirigía a todo prisa  hacia la iglesia desde el lado del cementerio, botando espuma por la boca y con una de sus patas desafiaba, hasta tal punto a la multitud, que al verlo casi como si fuera un espectro,  dejaron los ataúdes con ademan de susto y asombro en el suelo, huyendo despavoridos al ver que el toro negro se iba acercando. 

El toro llegó hacia los féretros en el suelo y le da tres vueltas, se queda parado mirando donde esta Leonel y luego el animal produce un rugido fuerte como el de un león, tan despampanante que genera una onda acústica a tal grado que se logra  escuchar en toda la población.

El cielo del pueblo se iba tornado cada vez más oscuro, tiñendo todo en sombras y dando lugar a un silencio sepulcral,  de un momento a otro los lugareños se percataron de una nube oscura condensada; una que sin lugar a dudas no tenía nada de natural y por el contrario acompañaba al misticismo que envolvía la extraña y tenebrosa criatura. 

En un parpadeo la criatura parecía levitar en los cielos dirigiéndose a la extraña nube para luego ser engullida como una presa ante su depredador; minutos más tardes,  el extraño fenómeno natural se desplazaba en el cielo hasta desvanecerse por completo como si nunca hubiese sucedió; el cielo expresaba un azul que hacían parecer todo como una  ilusión. 

Los lugareños no podían creer lo que estaban viendo y dos horas después  de ver el misterioso caso  recogieron los féretros y los llevaron a la iglesia donde se celebró una misa religiosa por las almas desaparecidas.

Los familiares y amigos en medio del llanto y el dolor, pero a la vez con una extraña sensación de miedo, sepultaron a Leonel Marañón y a su hijo Juan en el cementerio.  

Ocupado el pueblo de Chiriguaná por los paramilitares daba un desenlace predecible, el inicio del éxodo era irremediable  para las humildes familias en este territorio  pues no solo dejaron fincas con cultivos y animales sino también una historia donde sus corazones reían y bailaban si cesar.

El paramilitarismo se convirtió en uno de los principales factores del desplazamiento de la población civil y el responsable del despojo y abandono de tierras, a raíz de la violencia generalizada por medio de masacres, asesinatos colectivos, amenazas, torturas, secuestros, desapariciones forzadas e       intimidaciones en contra de la población civil de Chiriguaná, todo como una catástrofe inimaginable y aun así los chiriguaneros quienes presenciaron aquel místico evento jamás volverán a despertar como lo hacían antes, ahora en sus mentes reposaba el horrible recuerdo del infierno personificado en sus memorias. 

Fin.



También puedes escuchar mi música ingresando al siguiente link https://open.spotify.com/album/2JXHP6WCIM9aFqgYJO6nd9 .  Espero que la disfrutes.